Aceituna Manzanilla Cacereña: Características
La aceituna manzanilla cacereña es una variedad de aceituna proveniente del norte de Cáceres. Su cultivo se remonta hasta el siglo XV. Se cree que esta variedad particular viene de cultivos de olivos centenarios ubicados en Marchagaz y Robledillo de Gata, asentados sobre suelos difíciles pero que fueron capaces da salir adelante. El cultivo de estás aceitunas requiere trabajo y pasión.
Hoy en día se explota sobretodo en zonas de Extremadura: Sierra de Gata, Las Hurdes, y Tierras de Granadilla.
Es una aceituna de trabajo difícil, pero su calidad exquisita hace que sea ampliamente reconocida. Aproximadamente un quinto de la cosecha se suele utilizar para producir aceite. El resto se dedica a aceitunas de mesa.
La aceituna manzanilla cacereña

La aceituna que produce este olivo tiene un tamaño mediano, de forma redondeada y con un peso entre los 3 y 4 gramos. Cuando está madura presenta un color negro, y un tamaño algo mayor.
Tiene una alta relación entre pulpa y hueso, y esta pulpa es muy sabrosa. Esto hace que sea una aceituna muy apreciada para su consumo directo en mesa. Se suele aderezar en verde o en negro.
El aceite de la manzanilla cacereña
El aceite producido a partir de esta aceituna se caracteriza por un aroma afrutado, que recuerda a frutas verdes o a hierba recién cortada.
Se considera un aceite con mucho cuerpo, y un buen equilibrio entre amargo y picante, a gusto de la mayoría de paladares. Tiene además un cautivador color verde intenso que ya resulta atractivo antes incluso de probar el aceite.
Por último, este aceite es muy estable: tiene un gran porcentaje de ácido oleico y antioxidantes. La manzanilla cacereña es una de nuestras aceitunas favoritas, a la que tenemos mucho cariño y que cultivamos con mimo. Si quieres saber más de nuestras aceitunas puedes consultar nuestra página web o ver los artículos de nuestro blog.
No Comments - be the first.